La frecuencia de refresco es la cantidad de veces por segundo que una imagen se dibuja en una pantalla LED. La imagen que se forma en las pantallas es consecuencia de cientos de refrescos continuos en cada uno de los leds de forma imperceptible para el ojo humano. Su unidad de medida en el sistema internacional, al tratarse de una frecuencia, es el Hercio (Hz). Por ejemplo, un monitor de PC con una frecuencia de refresco de 60 Hz significa que la pantalla se actualiza 60 veces por segundo.

Una mayor frecuencia de refresco generaría una imagen más suave y nítida.

En definitiva, se trata del número de eventos (imágenes) que una pantalla muestra a cada segundo. Como se mide en hercios (Hz) se denomina frecuencia, y cuanto más alta sea esta, más nítida percibiremos la imagen que se muestra. Generalmente, a estos eventos-imágenes, se les ha denominado frames. Y los frames por segundo, determinan la calidad de la imagen que puede mostrar un monitor o pantalla digital.

En aplicaciones profesionales es crucial ofrecer frecuencias de refresco muy elevadas. Esto es especialmente importante para pantallas orientadas al sector del espectáculo y medios de comunicación, que seguramente serán grabadas en vídeo por cámaras profesionales. Una frecuencia de refresco que esté en sincronía con las frecuencias de grabación de las cámaras, hará que la imagen se vea perfecta y evitará que aparezcan parpadeos. Esto se consigue usando contenidos y pantallas led con frecuencias de refresco que sean múltiplos del formato de fps que use la cámara.

Para explicar un poco lo anterior, si por ejemplo usamos un monitor o pantalla que funciona a 120 Hz con un juego (o video) que corre a 60fps. El hardware que tenemos está enviando una señal que ofrece 60 cuadros por segundo al monitor o pantalla, el cual, recordamos que cuenta con una frecuencia de refresco de 120 Hz. Esto se traduce en el doble de velocidad, por lo que para paliar esa diferencia, la pantalla tirará de un recurso como es la Interpolación (repite el mismo cuadro en este caso dos veces o cuatro si el monitor funcionara a 240 Hz).

Esta solución lo que hace es que puede generar stuttering, una especie de parpadeo en la pantalla que puede resultar bastante molesto. Esto puede darse si el monitor o pantalla no cuenta con la capacidad de sincronización con la gráfica que envía la señal del juego o video.